45 ARCHIVOS DE ARQUITECTURAAutores
EditorialCristina López Uribe
I N V E S T I G A C I Ó N 
The Role of Archives in the Graphic Restitution of Monuments: The Case of the Roman Bridge over the Ofanto River near Canosa di Puglia, ItalyGermano Germanò
Notes from an Archiving Project: Building the Private Archive of an Architect in TurkeySelda Bancı
El archivo como obra total. Amancio Williams y la construcción de su memoriaLuis Müller
¿Hacia una dispersión de archivos arquitectónicos?Sergio M. Figuereido
Cuidar en el archivo de arquitectura: una subversión matrísticaLuz Marie Rodríguez López
El legado de George y Geraldine Andrews para México en los Alexander Architectural Archives de AustinLaura Gilabert Sansalvador
Mónica Cejudo Collera
El archivo y la biblioteca: una provocación para otra historia de la arquitectura del siglo XIXM. Fernanda Barrera Rubio Hernández
Archival Impression: (Re)Collecting Gordon Matta-ClarkMarcelo López-Dinardi
E N S A Y O 
Margot's Dilemma: Exit Through the Back DoorTania Tovar Torres
El archivo jovenGuadalupe E. Luna Rodríguez
Patrimonio documental: memoria y futuro del Archivo de Arquitectos MexicanosLourdes Cruz González Franco
Elisa Drago Quaglia
María Eugenia Hernández Sánchez
Le Centre d’archives d’architecture du XXe siècle de la Cité de l’architecture et du patrimoine. Entrevista a David Peyceré Director del Centre d’archives d’architecture du XXe siècleAndrés Ávila Gómez
R E S E Ñ A S 
En torno a la exposición L'art du chantier. Construire et démolir du XVIe au XXIe siècleAndrés Ávila Gómez
Reseña de la exposición: Unterm RadarMichael Andrés Forrero Parra
Reseñas de librosCamilo Alejandro Moreno Iregui
Pamela Caparroso Gutiérrez
Lilián Martínez Villazón Robledo
  
  

X-RAY ARCHITECTURE

Beatriz Colomina

Lars Müller Publishers

Primera edición, 2019

ISBN 978-3-03778-443-3

199 pp.

DOI: http://dx.doi.org/10.22201/fa.14058901p.2020.43.72960

Beatriz Colomina, arquitecta, historiadora y teórica de la arquitectura, es directora y fundadora del programa interdisciplinario Media and Modernity en la Universidad de Princeton, donde además dirige el Programa de Estudios de Posgrado de la Escuela de Arquitectura. En la más reciente publicación de sus investigaciones presenta la hipótesis de que la arquitectura moderna fue moldeada por la obsesión médica dominante de su tiempo, la tuberculosis, así como por la tecnología asociada a ella, los rayos X.

La arquitectura moderna se plantea como algo inseparable, casi una cualidad inherente de la respuesta médica hacia nuevas enfermedades y trastornos mentales estudiados de su época. Dentro de esta obra, la arquitectura se aborda desde una perspectiva multidisciplinaria que incluye la medicina; ante ella, nosotros, los habitantes, pasamos a ser pacientes.

El libro está estructurado en cinco capítulos, cada uno centrado en una etapa de la arquitectura y en su relación con las inquietudes de la medicina de su respectivo momento. Cabe resaltar que Colomina recurre al uso de material gráfico para poder complementar sus ideas. Gran parte de las páginas del libro están acompañadas de una o varias imágenes, las cuales funcionan como complemento del tema; incluso pareciera que la escritora las usa para respaldar sus afirmaciones. El material gráfico está compuesto por decenas de fotografías, dibujos, carteles, portadas de libros, artículos de revistas, entre otros, resultado de un selectivo trabajo de investigación gráfica.

Al principio, la autora retoma los orígenes de la teoría arquitectónica y recuerda que Vitruvio postulaba que todos los arquitectos deberían de estudiar medicina para poder tener como objetivo principal la salud. Más adelante se aborda la relación arquitectura-medicina en el Renacimiento, para continuar con su exploración a lo largo del siglo xix, cuando Eugène Viollet-le-Duc hizo de su Dictionnaire raisonné de l’architecture francaise una propuesta para entender y comunicar la arquitectura mediante su segmentación, tal como se hacía en ese entonces con el cuerpo humano para la enseñanza de medicina.

Así como las representaciones médicas cambiaron, también lo hizo el ejercicio de nuestra profesión. Colomina sostiene que la campaña publicitaria de la arquitectura moderna se organizó a través de las creencias de cómo curar y evitar la tuberculosis. Le Corbusier, en su libro Hacia una arquitectura, defendía la necesidad de una nueva vivienda y condenaba la casa tradicional debido a que ésta propiciaba la tuberculosis.

El lector es introducido a una reflexión de cómo los sanatorios para tuberculosos tuvieron un gran impacto en los primeros años de la arquitectura moderna; incluso existió una colaboración activa entre arquitectos y doctores para su diseño. La autora postula que la enfermedad ayudó a que la arquitectura moderna fuera “moderna.” No es que los arquitectos hicieran sanatorios modernos, subraya Colomina, sino que los sanatorios modernizaron a los arquitectos.

A principios del siglo XX, la tuberculosis seguía siendo confundida con un trastorno nervioso, por consiguiente se pensaba que su cura era de carácter psicológico. Con la modernización de la arquitectura se dio por entendido que las formas cúbicas y blancas estaban asociadas directamente con la salud mental, hasta el punto de que éstas funcionaban como una especie de placebo arquitectónico para los enfermos. El arquitecto austriaco Adolf Loos sostuvo ideas parecidas en su libro Ornament and Crime, donde consideró que el “hombre con nervios modernos” no puede tolerar el ornamento. El rechazo al ornamento de Loos no es de carácter estético; consiste en una reacción psicológica como si del síntoma de una enfermedad se tratara.

Una vez diseccionadas las obsesiones médicas con la tuberculosis, los trastornos mentales y la relación con la arquitectura, la autora continúa con su propósito de articular el discurso médico, los avances tecnológicos y el discurso arquitectónico. Con el descubrimiento de los rayos X hubo un cambio de paradigma a escala global que acabó por definir nuevas formas arquitectónicas. El vidrio comenzó a ser el material usado por excelencia en las nuevas propuestas, ya que su transparencia simula el efecto de los rayos X: así como éstos exponen el interior del cuerpo humano, el vidrio exhibe el interior de los edificios.

El último capítulo del libro está dedicado a la medicina actual. El uso de nuevas máquinas, tecnologías y procesos, argumenta Colomina, ha aportado herramientas a la arquitectura contemporánea. A inicios del siglo XXI, el escáner cat (Computerized Axial Tomography) representó para los arquitectos el progreso que los rayos X provocaron un siglo antes. La concepción de la arquitectura fue puesta a prueba nuevamente, dando lugar a publicaciones arquitectónicas creadas a base de tomografías que mostraban la tridimensionalidad de los diseños.

Finalmente, Colomina concluye que si queremos entender los procesos arquitectónicos que definieron a la arquitectura moderna, tenemos que explorar los discursos de la salud, tendencias y obsesiones médicas de su tiempo. A partir de ello habrá que cuestionarnos cuáles son los nuevos discursos sobre la salud, tendencias y obsesiones médicas de nuestro tiempo, y qué impacto tienen en el campo de la arquitectura.

Juan Ramón Mercado Adalid

Reconciliar ciudad y naturaleza. GDU 40 años

Mario Schjetnan

Facultad de Arquitectura

Universidad Nacional Autónoma de México

Primera edición, 2017

ISBN: 9786070298233

472 pp

Reconciliar. v. t. Volver a ser amigos,

acordar los ánimos desunidos

DRAE, “Reconciliar”

Reconciliare. Es hacer volver a alguien a la

asamblea, a la unión y al acuerdo con otros

Etimología grecolatina, “Reconciliare”

Cuando escuchamos o leemos esta palabra, de inmediato pensamos en lo que puede volver a ser o en lo que pudimos tener si algo no se hubiera roto. El maestro Mario Schjetnan aprovecha sus páginas para mostrarnos sus facetas más reconciliadoras traducidas en ensayos y anécdotas narradas por otros cinco miembros de esa asamblea amistosa de lo que sí ha logrado ser: me refiero a cada proyecto que, considero, ha propuesto paradigmas y ha formulado preguntas importantes en su desarrollo, de modo que ahora nuevas generaciones de arquitectos paisajistas podemos ser también partícipes de esta reconciliación con un sendero ya trazado; y no es para menos mencionar que el ejemplo de arreglar (reconciliar) está presente en cada una de las ideas establecidas y construidas por Mario Schjetnan acompañado de su equipo.

Convertirse en arquitecto paisajista y lograr tal cantidad de intervenciones en diversas escalas es digno de ovación, no sólo por promoverse orgullosamente como arquitecto que ayuda a la naturaleza a ser un poco de lo que alguna vez fue, sino por todas las sesiones de gestión, negociación, estudio y análisis, así como por su fortaleza personal, para interceder entre el asfalto, los recursos, la lotificación y la especulación inmobiliaria hasta obtener un sí. Es una tarea ardua, pero todo el volumen de Reconciliar ciudad y naturaleza exhala esa motivación que hace que cada página transcurrida realmente contagie la sensación de poder ser, de poder unir las partes con las cuales lograrlo.

Un logro es una especie de reconciliación –con uno mismo, incluso–, ya que si consideramos en retrospectiva, primero hemos caído de la bicicleta cien veces, la hemos mirado con despecho, la hemos abandonado, hasta que por fin decidimos volver a subir y probar una última vez. Gracias a esa sorpresiva reconciliación que hemos alcanzado con la bici ya hemos rodado por la calle de la colonia las mismas cien veces, ahora con una sonrisa en el rostro. El arquitecto Schjetnan ha hecho de la ciudad su propia bicicleta: nos ha demostrado que sin importar cuántos políticos regentes pasen por la oficina mientras sacuden sus diseños estratégicos, aunados a “los buenos croquis” –según Pedro Camarena–, él retomará el manubrio para recorrer los ahora inaugurados parques en el país… también con una enorme sonrisa.

Hay dos razones por las cuales esta publicación es fundamental y que contribuyen a hacerla muy amena. La primera es que indirectamente tiene un lenguaje arquitectónico de fácil lectura. Sobre todo si estás iniciando los estudios como arquitecto paisajista, funciona como un glosario amistoso ante la aproximación primeriza de conceptos ligados al diseño, construcción o elementos del paisaje. En segundo lugar, este libro pone en las manos un abanico de posibilidades mexicanas contemporáneas relativo a cómo hacer arquitectura del paisaje en este país, el cual se despliega sobre una línea del tiempo imaginaria llena de fotografías, croquis, diagramas, maquetas y modelos que nutren a cualquier diseñador.

Sin duda la reconciliación se torna tangible en esta edición, sobre todo porque otra de las connotaciones de la palabra es unir. Une en un sólo sendero el reciclaje postindustrial con el patrimonio natural y cultural; el espacio público y la escala residencial y comercial, junto con el diseño urbano, porque también los arquitectos paisajistas hacemos ciudad y vaya que alcanzamos buenos resultados. Definitivamente, reconciliarnos no sólo con la naturaleza sino con las dinámicas de un sistema complejo como es la ciudad nos ofrece panoramas amplios en la toma de decisiones que determinan el desarrollo de una colonia, una alcaldía o la ciudad misma.

Por cada kilómetro recorrido, por cada sitio analizado, por cada momento de reflexión que nos hace sonreír al surcar estas páginas, se agradece una edición de este tipo en tiempos donde las publicaciones nos remiten a temáticas paulatinamente más irreconciliables.

Pamela López

The Midcentury Kitchen. America’s Favorite Room From Workshop to Dreamscape 1940s-1970s

Sarah Archer

The Countryman Press

Primera edición, 2019

ISBN: 9781682289

224 pp.

Durante siglos, los espacios donde preparamos nuestros alimentos estuvieron aislados de las áreas de convivencia de los hogares o integrados a ellas como funciones opcionales y temporales, las cuales desaparecían cuando se retiraba el caldero de la chimenea. Como tantas otras cosas, su evolución hacia entornos sociales comenzó a principios del siglo XX, mientras las grandes guerras sacudían hasta sus cimientos a las potencias del mundo y a sus núcleos familiares. En menos de 50 años, el concepto centenario de dónde y cómo hacer la comida se transformó radicalmente en un lugar ventilado, limpio, compacto y familiar. A partir de esta acelerada transición es que Sarah Archer busca mostrarnos la historia detrás de cada uno de los elementos, conceptuales y materiales, que con el paso del tiempo terminaron por formar el espacio que desde hace 70 años reconocemos como cocina o, como ella lo llama, “la habitación favorita de América.”

Uno de los ejes principales del libro es cómo cambió la economía de las familias que eventualmente conformaron la nueva clase media, debido no sólo a la pérdida de su solvencia económica para mantener al personal de planta encargado de alimentarlas, sino también a la integración de las mujeres a la fuerza laboral y la consecuente disminución del tiempo disponible para hacerse cargo del hogar. Conforme a lo que muestran la autora y las ilustraciones, durante décadas, diseñadores, empresarios y publicistas volcarían sus esfuerzos e ingenio en proponer a las amas de casa nuevas y mejores maneras de cocinar y mantener la cocina, antes de atreverse a sugerir que dividir labores con sus parejas podría ser otra forma de optimizar su mantenimiento.

Como lo señala la autora en su primer capítulo, “Dreaming of Mrs. Modern: The American Kitchen Before World War II,” la expansión de áreas de investigación como las ciencias domésticas, así como los primeros diagramas para la distribución y almacenamiento de los elementos de las cocinas y los alimentos en ellas fueron casi exclusivamente fruto del trabajo de científicas y diseñadoras. Mientras se abrían paso en campos tradicionalmente reservados para los hombres, ellas eligieron dedicar sus carreras a la transformación de esos espacios, pues consideraban que la cocina debía concebirse como un lugar de trabajo a la altura de una oficina o una fábrica y, por lo tanto, merecía un diseño y una organización que permitieran hacer más eficientes sus tareas, lo cual dejaría a sus trabajadoras más tiempo para educar a sus hijos, para trabajar, para estudiar o incluso para integrarse a la vida política.

El enfoque en la mujer como consumidor objetivo está reflejado en las decenas de anuncios y catálogos desplegados a lo largo del libro. Asimismo, además de evidenciar que se dirigían exclusivamente a las mujeres, con promesas como mejorar su calidad de vida con la adquisición de un costoso refrigerador digno de presumirlo en una cena con su jefe; en ellos se muestra la sofisticación de la industria de la publicidad a través de anuncios cada vez más personalizados y atractivos.

En paralelo a la conquista del color en la publicidad de masas, la autora muestra la llegada de las superficies multicolores de las cocinas a través de las cubiertas de formica y laminados. Éstos permitirían a las recién uniformizadas cocinas volverse únicas conforme al deseo de sus dueñas, quienes podrían cambiarlas una y otra vez gracias a la incipiente cultura de la obsolescencia programada impulsada por las novedades de la televisión a color y sus programas. La economía de consumo aprovecharía este nuevo espacio de convivencia para enmarcar sus historias, al tiempo que promocionaba las cocinas más modernas.

Los cinco capítulos del libro abarcan desde el papel de las labores domésticas y de sus aparatos en la liberación femenina, hasta la sugerencia de que este cambio social llegó a publicitarse como un logro por parte de los estadounidenses frente a los rusos en las ferias mundiales. No obstante, si bien el libro se centra en los objetos que hoy en día son fundamentales en las cocinas, resulta misteriosa la omisión del horno de microondas, apenas mencionado al hablar de la llegada de los platillos precocinados.

Antes de concluir, la autora remata con un capítulo más bien corto sobre la cocina de los años setenta, ya entonces digna de exposiciones en museos, reinterpretaciones artísticas y deconstrucciones que la transportan a las estrellas o a la ruralidad fabricada. Finalmente, Archer asegura que, a pesar de todas las nuevas aproximaciones que encara el diseño de la cocina, el concepto perfeccionado en los años cincuenta sigue tan vigente como entonces.

Sarah Archer es una escritora y curadora estadounidense que se especializa en la teoría e historia del diseño y del arte, en particular en su inserción en la vida diaria y en las festividades estadounidenses. Al considerar su vocación curatorial, podría asegurarse que esta publicación se ha pensado no como un libro de texto ni como un coffee table book o libro de mesa, sino como una exposición con formato de publicación, por la proporción entre la cantidad de imágenes y la cantidad de texto informativo. A pesar del atractivo de las imágenes reunidas en este volumen, de su calidad y de la claridad de sus mensajes, es difícil mantener el interés en su desfile abigarrado, que ocupa más de la mitad del libro. Conforme avanza la lectura, sencillamente terminan volviéndose irrelevantes.

El diseño editorial, por su parte, parece haberse desarrollado como si fuera una más de las imágenes publicitarias que lo ilustran: es abundante en detalles, color y texturas, rozando la frontera del exceso y rebasando aquélla que es tolerable en el libro de texto o en una monografía. En realidad, la calidad de la investigación de Archer es lo único que lo separa de un coffe table book con exquisitas ilustraciones, aunque cualquier persona interesada en la publicidad, las dinámicas de género, el diseño industrial y la arquitectura de interiores del siglo pasado o del presente encontrará una vasta biblioteca de información textual y gráfica, igualmente atractiva para quien prefiera sentarse y sólo admirar el volumen en su sala

Mariana Bobadilla García

Pensar y repensar la arquitectura

José de Arimatea Moyao

Facultad de Arquitectura

Universidad Nacional Autónoma de México

Colección Cátedra Extraordinaria Federico E. Mariscal

Primera edición, 2018

ISBN: 978-607-02-9599-7

360 pp.

Louis Kahn recordaba, en su libro Forma y diseño, que la esencia de una escuela residía –y debería seguir haciéndolo– en la relación entre un personaje de edad, con conocimientos y experiencias acumulados, que además tuviera un deseo suficiente por compartirlos, y un personaje joven, lleno de interés y voluntad por escuchar todo lo que aquél tuviera por compartirle en cátedras que coleccionaría. Pues bien, Pensar y repensar la arquitectura retoma esta premisa a lo largo de sus 360 páginas para presentar al lector textos vivos que en todo momento apelan a él directamente, logrando reducir la distancia entre el autor y el receptor para así recuperar la experiencia de aquel 2012, año en que fue impartida la Cátedra Extraordinaria Federico Mariscal por José de Arimatea Moyao.

Esta cátedra es otorgada a los personajes más destacados de nuestra disciplina. Desde sus inicios, su intención primordial ha sido acercar a la comunidad académica de la Facultad de Arquitectura de la unam a los arquitectos que más experiencia, galardones y conocimientos han acumulado a lo largo de su carrera profesional. A través de diez conferencias semanales, enriquecidas por las preguntas del público, los asistentes, estudiantes en su mayoría, descubren al profesional detrás de su aura sacra, quien les comparte la manera en que logró esas metas que la fama engaña como inalcanzables. Moyao nos cuenta, en este libro, que los primeros esfuerzos por llevarla a cabo se remontan a 1984, cuando en su propia casa, Ernesto Velasco de León, entonces director de la facultad, se lo propuso a Pedro Ramírez Vázquez.

El libro Pensar y repensar la arquitectura es la materialización de los relatos orales entonces impartidos por Pepe Moyao –seudónimo por el que mejor se le conoce–, mismo que ahora se integra a la colección de publicaciones conformada por estas cátedras. Sus páginas documentan la manera como se convirtió en un arquitecto reconocido por el desarrollo de proyectos para centros de espectáculos, así como por el rediseño, la restauración y la remodelación de espacios que en algún momento se encontraron abandonados.

A lo largo del libro nos cuenta sobre algunos de sus proyectos más emblemáticos, entre cines, teatros, auditorios, centros de exposiciones y culturales, así como estadios de distintas índoles. En sus relatos aprovecha su humor y desenfado para platicar en torno al proceso arquitectónico oculto más allá de la composición, función, plástica y técnica, el cual normalmente no se enseña en las aulas. El equipo editorial responsable de este documento tuvo el reto de comunicar de manera satisfactoria, y respetando la personalidad de Pepe, los detalles intrínsecos de cada conversación, llamada o junta que el arquitecto sostuvo con sus clientes, así como la astucia necesaria con la que libró cada negociación para así poder demostrar su preparación y conocimiento profundo de su oficio. La lectura de los capítulos consigue introducirnos con vivacidad en los acontecimientos, ignorados hasta ahora, que se suman a los retos que representaron sus proyectos. A la vez, tenemos la impresión de estar escuchando a su protagonista, tal y como sucedió originalmente durante la impartición de la cátedra.

Los recursos gráficos complementan de manera simbiótica este documento con el testimonio de croquis, planos y material hemerográfico. A pesar del interés intrínseco de estos elementos, no constituyen el único valor de la publicación: éste no es uno más de los libros de fotografías comunes en la disciplina, pues todos los recursos gráficos cobran su auténtica dimensión en conjunto con el relato de las historias donde se enmarcan.

El surgimiento lógico y natural de nuevas tecnologías –y ahora también masivo– demanda que cada generación se adecue a ellas inmediatamente para mantenerse vigente; sin embargo, en los últimos 50 años esta dinámica se ha intensificado, y en la misma medida en que han cambiado los hábitos de vida en las sociedades, se ha transformado la manera como los estudiantes aprenden y los maestros enseñan. Este fenómeno impacta directamente en la academia, donde por momentos el modelo mecánico del intercambio y transmisión de conocimientos parece diluirse debido al uso en la labor docente de herramientas digitales y cibernéticas, como los tutoriales en video que complementan, cuando no suplen, las clases. Tanto las cátedras presenciales como las publicaciones que conforman esta colección de libros demuestran la vigencia del método tradicional maestro-pupilo, el cual, adicionalmente, queda documentado en el texto impreso más allá de su reproducción en videos en internet. La lectura ofrecerá siempre una nueva posibilidad de interpretación y preservación, distinta a los bits que circulan en los servidores.

Esta obra logra plasmar la técnica y experiencia que uno de los mejores exponentes mexicanos de la planeación, el diseño y la reactivación de espacios para el espectáculo y el entretenimiento tiene para ofrecer. A su vez, nos muestra cómo el rediseño, la restauración y la remodelación –así como las publicaciones– resultan elementos esenciales dentro de la disciplina arquitectónica, los cuales pueden utilizarse como herramientas para cambiar nuestra sociedad, y no sólo como un recurso político para la creación de hitos en la urbe.

José Manuel Márquez Corona

Reseñas de Libros

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Fecha de la última modificación: 21 de Septiembre de 2020.

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Last modification: September 21, 2020

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