El dibujo de Jean Renaudie: expresividad y complejidad urbana
María Pura Moreno Moreno
Resumen
La lectura del grafismo de la arquitectura permite develar el pensamiento desarrollado en el espacio-tiempo de su proceso. Este artículo analiza los primeros croquis de seis propuestas urbanas de Jean Renaudie (1925-1981) con el objetivo de demostrar su doble naturaleza de crítica y proposición. Las conclusiones conducirán al cuestionamiento del urbanismo funcionalista y su apuesta por una ciudad configurada por el leitmotiv de la complejidad de las relaciones espaciales y la combinación de funciones.
Palabras clave: Jean Renaudie, dibujo, urbanismo, arquitectura, Gigaro, Vaudreuil, Givors, Ivry-sur-Seine, Vitrolles, Saint Martin d’Hères
Jean Renaudie’s Sketches: Expressiveness and Urban Complexity
María Pura Moreno Moreno
Abstract
A reading of graphic design in architecture allows us to rediscover the thought that underlies the space-time of the process. This article analyzes the initial sketches for six urban construction projects by Jean Renaudie (1925-1981) with the goal of demonstrating their dual role as criticisms and proposals. The conclusions will reveal a questioning of functionalist urbanism and a commitment to a city configured by the leitmotifs of the complexity of spatial relations and the combination of functions.
Keywords: Jean Renaudie, sketches, urbanism, architecture, Gigaro, Vaudreuil, Givors, Ivrysur-Seine, Vitrolles, Saint Martin d’Hères
Se trata de un discurso que evoluciona al incorporar factores emergentes surgidos en paralelo a una práctica como la de dibujar, que ejecutada con la herramienta de la mano, va estableciendo un diálogo entre el pensamiento y la materia imaginada, ratificando la afirmación de Sennet:
Todo buen artesano mantiene un diálogo entre unas prácticas concretas y el pensamiento. Y ese diálogo evoluciona hasta convertirse en hábitos que establecen a su vez un ritmo entre la solución y el descubrimiento de problemas. 4205N02
La sinergia entre el dibujo y el pensamiento es intrínseca a la propia investigación arquitectónica, siendo el primero el mecanismo de especulación y la herramienta para elaborar el segundo y escenificar la actividad mental generada en su proceso.
Este artículo analizará los croquis de un conjunto de seis propuestas urbanas realizadas por Jean Renaudie, que manifiestan gráficamente fundamentos teóricos referidos a sus ideas de combinación de funciones en la ciudad y de generar la necesaria complejidad y diversidad en los ámbitos urbanos.
Para mí, no puede haber buena solución que no tenga en cuenta una cierta complejidad, porque las relaciones sociales en el medio urbano no son nunca simples y no están jamás sólo yuxtapuestas las unas con las otras. Están entrelazadas y se superponen. 4205N03
El examen del grafismo de cada uno de los planos –asumido con transversalidad– permitirá exponer su crítica a los fundamentos del urbanismo funcionalista. Y reflejará la evolución de un pensamiento arquitectónico que, ya en aquellos primeros croquis, amalgamaba la triple faceta con la que el crítico John Berger responsabilizaba al acto de dibujar: cuestionar, expresar y representar: “hay dibujos que estudian y cuestionan lo visible, otros que muestran y comunican ideas y, por último, aquellos que se hacen desde la memoria.” 4205N04
Ese cuestionamiento del pasado, latente en las propuestas para el futuro, se manifiesta en tres de las propuestas que por su escala más territorial no consiguieron ser materializadas: el residencial de vacaciones de Gigaro en La Croix-Valmer, la nueva ciudad de Vaudreuil y el conjunto urbano de 600 viviendas en Les Gorges de Cabries en Vitrolles. Todas ellas sirvieron para la experimentación y para la inmediata elaboración de los otros tres proyectos que, por su escala más controlada, sí fueron construidos, y que completarán el presente análisis: la renovación del centro de Ivry-sur-Seine, el conjunto urbano de Givors y el zac (Zone d’Aménagement Concerté) de Saint-Martin-d’Hères.
La exploración conjunta de estas propuestas facilitará la evaluación de aspectos como la composición basada en geometrías reconocibles o el dibujo de prexistencias topográficas o viarias. Por otro lado, se prestará atención a una aparente factura rápida que, sin excesiva precisión, era ejecutada con rotuladores de punta gruesa, cuya contundencia en el trazado evidenciaba intenciones formales claras. El objetivo es demostrar cómo aquel dibujo, lejos de ser aleatorio, avalaba los argumentos de sus textos respecto a la ciudad. De paso, se tratará también de alcanzar conclusiones referidas al reconocimiento de influencias mutuas, con tres propósitos de carácter más general.
El primero consiste en develar el debate arquitectónico situado en la Francia de las décadas de los años 60 y 70 del siglo XX respecto a cuál debía ser el planeamiento urbano idóneo para la expansión o renovación de las ciudades existentes.
El segundo es identificar la reflexión teórica de Renaudie que, en lo general, comulgaba con la crítica de los miembros de su generación hacia el urbanismo de la Carta de Atenas, pero que, en lo particular, atendía a un paisaje cultural propio caracterizado por intereses multidisciplinarios que él relaboraba y reinterpretaba para asumirlos desde la arquitectura. Ambas circunstancias de contexto –la colectiva y la individual– se manifestaron en un grafismo que abogaba por la idea de la ville es une combinatoire 4205N05 de funciones simples, así como por la unificación de las disciplinas del urbanismo y la arquitectura, para otorgar el protagonismo a las relaciones entre las partes.
El tercer propósito consistirá en el reconocimiento del papel que recursos como la abstracción, la geometría, la trama, el cromatismo o las propias herramientas de dibujo aportaban a una arquitectura que, lejos de ser utópica, trataba de hacer posible y legible una heterotopía 4205N06 que mejorara la cohesión social, y que, a la vez, buscaba establecer una diversidad capaz de suscitar la apropiación individual de los espacios por sus propios habitantes.
La arquitectura de Jean Renaudie (1925-1981) se caracterizó por una continuada experimentación en lo urbano y en lo doméstico que respondía a una enseñanza académica disciplinada respecto a la construcción y a la implantación de los programas arquitectónicos. Su aprendizaje en la École de Beaux Arts de París, primero en el atelier de Perret y después –tras su escisión– en el liderado por Marcel Lods y André Hermant, impuso en su quehacer la certeza de que lo dibujado debía, ya en sí mismo, contener la categoría de realidad. Por lo tanto, en lo trazado se asumía un pensamiento argumentado y un rigor constructivo para su futura construcción.
En 1958, tras diplomarse, funda el Atelier Montrouge con sus compañeros Pierre Riboulet (1928- 2003), Gérard Thurnauer (1926-2014) y Jean-Louis Véret (1927-2011), donde desarrolla una práctica colaborativa y opuesta a los protagonismos singulares de la generación de arquitectos precedentes. De esa etapa surgirán los dibujos referidos a la Ciudad de Vacaciones de 180 viviendas en Gigaro en La Croix-Valmer (1963-1964) y a la nueva ciudad de Vaudreuil (1967-1968).
La formalidad de ambos se alejaba de otros proyectos de similar envergadura realizados en el seno del Atelier Montrouge. 4205N07 Entre esas diferencias, que fueron la causa de su ruptura con el atelier y el inicio de una trayectoria en solitario, se encontraban las formas curvas y alabeadas dibujadas por Renaudie para la tercera de las propuestas para Vaudreuil, además de las desavenencias políticas con sus compañeros durante los acontecimientos del Mayo del 68.
Los dibujos de esa nueva etapa –considerados en el presente análisis– serán los de la renovación del centro de Ivry-sur-Seine (1970-1983), el conjunto urbano de Givors (1974-1981) y el zac de SaintMartin-d’Hères (1974-1981). En todos ellos ensayó geometrías protagonizadas por el uso de diagonales que penetraban desde lo urbano hasta el interior doméstico. A éstos –que sí fueron construidos– se le sumará la propuesta de 600 viviendas en Les Gorges de Cabries en Vitrolles (1974-1975), donde Renaudie retomó la figura del círculo para acoplarse a la topografía del lugar, ya ensayada en Gigaro (1963-1964) y Vaudreuil (1967-1968).
En definitiva, seis propuestas que se agrupan en dos conjuntos de dibujos de similares características formales. Tres de ellos presentan geometrías predominantemente curvas y circulares que se multiplican en cascada acoplándose a los niveles topográficos; los otros tres están protagonizados por líneas en diagonal que, al asumir un orden regular sujeto a tramas ortogonales de pilares, sí pudieron ser materializados.
Al margen de sus características intrínsecas, todos estos dibujos evidencian una crítica hacia el urbanismo imperante, considerado erróneo desde el punto de vista de la sociabilidad –o falta de ella– que generaba.
Al contemplarlos conjuntamente es posible establecer una secuencia de mayor definición geométrica desde Ivry-sur-Seine (1970-1983) a Givors (1974- 1981), hasta llegar a Saint Martin d’Hères (1974-1981), secuencia que puede ser debida a la experiencia del trabajo ya ejecutado en sus antecedentes inmediatos. La continuidad de las hipótesis comprobadas se refleja también en la lectura del discurso contenido en los dibujos de Gigaro (1963-1964), Vaudreuil (1967-1968) y Vitrolles (1974-1975), donde el primero y el último son los más semejantes en cuanto a grafismo y configuración.
La densidad gráfica subrayada por la variedad cromática en los proyectos aquí abordados era consecuente con su definición de la arquitectura como “la forma física que envuelve la vida de los hombres en toda la complejidad de sus relaciones con el medio.” 4205N08 Y también, con su cuestionamiento de la simple visión binaria de las disciplinas del urbanismo y la arquitectura.
La separación de la arquitectura y el urbanismo tiene duras consecuencias […] Decir que el urbanismo y la arquitectura están ligados es insuficiente: supone admitir que se trata de dos ámbitos separados y que la arquitectura no es más que construcción […] la arquitectura y el urbanismo son una misma cosa. O mejor, que el urbanismo debe ser arquitectura […] 4205N09
Semejante afirmación obliga a plantearse si este conjunto de dibujos representaba sólo un urbanismo o también incluía a la arquitectura que lo conformaba.
Cualquiera de las respuestas posibles invita a reflexionar en torno a la formalidad de las líneas armónicas con las curvas de nivel en Gigaro, Vaudreuil y Vitrolles, o con el juego de diagonales en Ivry-sur-Seine, Givors o Saint Martin d’Hères. En ambos casos, el propio dibujo remite a una estructura orgánica que invade todas las escalas, desde la doméstica a la territorial, de modo que deja a esta última liberada de patrones parcelarios tradicionales para hacer converger la arquitectura interior con el urbanismo en el que se insertaba.
La superposición y estratificación de capas definidas por grosores y colores diversos rechazaba los principios de la Carta de Atenas, con los cuales se habían desarrollado las ciudades en Francia durante los denominados Treinta Gloriosos Años; es decir, la sectorización o la simple yuxtaposición de áreas diferenciadas por funciones. Este rechazo era compartido por miembros de su generación, como el Team X, cuyas teorías tuvieron eco en los últimos congresos del ciam, donde introdujeron los conceptos de hábitat, unidad orgánica, movilidad, crecimiento o clúster.
La simplificación de las acciones de lo urbano a únicamente cuatro (habitar, circular, trabajar y recrearse) y su sectorización en aquel urbanismo funcionalista se desvanecía en estos dibujos a través de la maraña de líneas superpuestas y de las transparencias entre capas.
Por otro lado, la reflexión combativa de Renaudie respecto a la alienación profunda que, a su juicio, sugería la célula ortogonal apilada y repetida en bloques lineales o torres, le incitaba a proponer espacios diferentes, asociados en lo teórico a los principios desarrollados por el estructuralismo en boga del paisaje cultural francés. Un estructuralismo cuya influencia quedaba explícita en las citas que utilizaba para la exposición de este nuevo urbanismo, y que demostraba sus intereses multidisciplinarios al recurrir, por ejemplo, a la definición etnológica de estructura realizada por Levi Strauss para asimilarla a su discurso.
En este sentido, Levi Strauss cita a menudo la noción de estructura en etnología, dando una definición bastante ajustada: “en primer lugar, una estructura ofrece un carácter de sistema. Consiste en elementos tales que una modificación en uno de ellos supone la modificación en los otros.” […] son las relaciones entre elementos y no los elementos mismos los que definen la estructura. 4205N10
Cualquiera de los dibujos de estas seis propuestas suscribe la idea de estructura como sistema de relaciones entre elementos, remitida a una forma orgánica en la arquitectura entendida como aquélla “que se desarrolla desde dentro del material, se opone a la forma mecánica, impuesta desde fuera de él,” y que está “fuertemente enraizada en el suelo y haciendo surgir el ornamento de su propia forma.” 4205N11
En este sentido de lo orgánico se puede asumir la complejidad de estos dibujos, mismos que procuraban la coherencia de la parte y el todo, tanto de una forma más manierista ligada a la curva como desde otras que denominaremos prefractales, por su deseo de geometrizar un aparente caos.
Lo orgánico en Gigaro, Vaudreuil y Vitrolles
La Ciudad de vacaciones de Gigaro –primera de estas seis propuestas dibujadas– se enmarca en la idea de evitar la destrucción de emplazamientos costeros singulares con la multiplicación de pequeñas propiedades dispersas. Los complejos ejecutados por toda Francia para solucionar las vacaciones pagadas le encaminaron a ser crítico con modelos como los del conjunto de Roq et Rob de Le Corbusier (1949), configurado por la repetición de módulos en el territorio, que, no obstante, le habían servido –cuando todavía trabajaba en el Atelier Montrouge– para la propuesta de la ciudad de vacaciones de Cap Camarat (1959-1965).
Para Gigaro, Renaudie abandonó esa idea de pabellones independientes emplazados con una estructura que jerarquizaba espacios libres. En su lugar, recurrió a un trazado circular que, lejos de constreñir u homogeneizar, aportaba un soporte para ritmos nuevos abiertos a la imaginación. La figura del círculo transgredía la legitimidad de la arquitectura cúbica del momento. Su geometría, lejos de introducirse de manera artificial, respondía al hecho de querer hacer habitable un terreno en pendiente y ofrecer vistas, no únicamente frontales, al máximo número de estancias al interior.
Esta nueva composición se regía por algunos principios generales resumidos en dos: el primero, enriquecer con formas arquitectónicas reconocibles la morfología del emplazamiento, asociando sus perímetros a las curvas de la topografía, a los elementos fluviales o a las vías de comunicación prexistentes; el segundo, reivindicar con una disposición de formas un nuevo habitar donde las acciones vinculadas a lo urbano se fundieran oponiéndose con ello a cualquier tipo de sectorización. Ambos aspectos –estructura y densidad–, reflejados en los planos y en la maqueta de Gigaro, fueron el germen de las siguientes propuestas para Vaudreuil y Vitrolles.
El organicismo de formas circulares en cascada asociadas a la topografía de Gigaro evoluciona en los dibujos de Vaudreuil gracias a la superposición intencionada de capas que incrementa la idea de densificar un utópico entorno urbano. Esa estratificación apelaba a recientes descubrimientos científicos –en específico, la cadena de ADN– o a las tesis del biólogo Francis Jacob respecto a la interdependencia entre célula y sistema. Este clima intelectual le sugirió a Renaudi recurrir a la metáfora biológica para proponer nuevos planteamientos urbanos.
En un organismo compuesto por células, la célula no trabaja por su cuenta, sino por cuenta del organismo, y al interior de la propia célula bacteriana existe un sistema de comunicación entre las diversas moléculas que no trabajan de cualquier manera, sino de una manera coordinada. En todas las escalas de esta organización existen fenómenos de comunicación que se encuentran en todas las direcciones. Estas explicaciones de la biología sobre la estructura de organismos vivos parecen ilustrar perfectamente el organismo complejo que es una ciudad. 4205N12
La metáfora biológica implementada en la representación de una estructura urbana con superposición de capas y multiplicación de nodos buscaba también eludir cualquier idea de periferia respecto a una única centralidad. En cuanto a su expresión gráfica, iba evolucionando desde un trazado intenso y grueso de rotulador hasta otros de mayor precisión, con líneas más finas y una diversidad tanto cromática como formal. (ver dibujo en las dos páginas anteriores).
La misma idea –expuesta a escala de ciudad en Gigaro y Vaudreuil– se concentra en una escala más reducida en la propuesta para 600 viviendas en Les Gorges de Cabries en Vitrolles. El anfiteatro natural que conformaba su topografía, con un desnivel de casi 30 m de altura, lo condujo a proponer, en unos primeros croquis, formas arremolinadas (tourbillons) en tangencia que dejaban espacios vacíos completados con formas libres y con un fondo de color. En los sucesivos dibujos fueron elaborándose agrupamientos de formas no definidas bajo las cuales aparecían curvas de nivel y las vías de comunicación. La abstracción total se alcanzaba en la última fase a través de formas circulares que rotaban y se acoplaban al contorno de las curvas de nivel, superpuestas por la diferencia de asentamiento en las cotas del terreno. (ver las tres imágenes anteriores). Lo dibujado no se correspondía con los códigos habituales de un plano urbanístico, a pesar de lo cual conseguía expresar preocupaciones tanto formales como sociales. Más que definir un programa concreto, se lograba proponer una estructura capaz de reproducirse y multiplicarse a lo largo del territorio según unas pautas de crecimiento fijadas. Se trataba de plasmar gráficamente una intención urbana más que una idea fija para su materialización directa.
Fuente: Collection Frac Centre-Val de Loire
El análisis de los primeros dibujos de las siguientes tres propuestas –éstas sí construidas– para Ivry-surSeine, Givors y Saint Martin d’Hères remiten también a la elaboración de un conocimiento objetivo abordado a través de unas bases teóricas que aspiraban a ser tan rigurosas como las de las ciencias. Esa equiparación no pretendía ser inmediata o literal, sino que era asumida desde el deseo de ruptura de fronteras disciplinares, reivindicando para ello el papel de la abstracción tanto en la práctica científica como en la arquitectónica. 4205N13
La abstracción ligada a la formalidad del círculo de los tres proyectos anteriores (Gigaro, Vaudreuil, Vitrolles) se modifica ahora a través de formas estrelladas y arracimadas cuyas líneas en diagonal se expanden por el territorio urbano, en función de los condicionantes físicos del contorno (vías, edificaciones o topografía): “las direcciones diagonales aportaban una impresión de longitud que la ortogonalidad no podía producir. Permitían igualmente una gran variedad para la organización de los espacios.” 4205N14
Esta diferencia de criterio formal queda demostrada desde el primer croquis de Givors, (en la página anterior) que, realizado a una sola tinta y con trazo grueso de rotulador, abandona tanto el ángulo recto del parcelario como las formas curvas asociadas a la topografía de las propuestas anteriores. El dibujo se estructura con el trazado de las calles prexistentes, que organizaban tres áreas sobre las cuales una maraña de líneas rectas entremezcladas entre sí se prolongaban en todas direcciones. Los dos siguientes croquis precisan el trazado de las calles existentes, a las que añaden las curvas de nivel de la colina y el conjunto de formas estrelladas que incluso cruzan las vías.
Sin embargo, lo azaroso del dibujo conformaría, al final, una arquitectura ordenada regida por una trama regular de 5x5 m que serviría de base para la disposición de envolventes con directrices diagonales. Es decir, el aparente caos que permite la anhelada diversidad tipológica al interior está regido por un orden cartesiano que hizo posible su construcción.
En esos mismos términos gráficos de Givors se pueden analizar los dos bocetos iniciales de la renovación del barrio de Ivry-sur-Seine. Aquel desafío experimentado por el protagonismo de líneas diagonales prolongadas en todas las direcciones se hizo realidad en aquella periferia parisina, en los edificios construidos, Danielle Casanova (1970-1972) y Jean-Baptiste Clément (1973-1975). Todos ellos siguieron las pautas de trama de estructura de hormigón ordenada en ortogonal, con cerramientos que seguían las directrices de la diagonal. No obstante, fue sin duda el complejo Jeanne Hachette (1970-1975), construido en aquel ámbito, el que mejor materializó la idea de los croquis iniciales al prolongar su arquitectura por encima de la avenida Georges Gosnat (arriba).
La maraña de líneas de formas estrelladas contrasta con la representación de bloques lineales prexistentes en la zona; de esta manera se subraya “la idea de encontrar soluciones arquitectónicas en las que se combinaran el máximo número de actividades,” 4205N15 planteamiento que era entendido como “una posición que se oponía a la práctica general del urbanismo actual que consistía en separar las actividades en sectores especializados.”
En consonancia con las pautas de Givors y de Ivry-sur-Seine, el conjunto de dibujos referido a la propuesta para el barrio de Saint Martin d’Hères asumía las complejidades dibujadas y construidas. Su emplazamiento en un denominado no man’s land obligó a establecer unas líneas generales que estructuraban aquel territorio con sus prexistencias: un vial periférico que lo circunvalaba y el borde de la colina adyacente que establecía sus contornos generales. El dibujo (en la siguiente página) también planteaba una serie de ejes delimitadores de áreas que albergaban la edificación diseminada del casco antiguo (pavillonnaires) y los bloques lineales en zig-zag (grands ensembles) ya construidos.
Todos estos condicionantes aparecían trazados con distintas formalidades: líneas de viales, curvas de nivel, diseminación de edificación existente y franjas macizas de bloques. Entre todo ello, Renaudie planteaba formas “picudas,” arracimadas en libertad, que ocupaban amplios sectores del plano, pero también liberaban espacios libres. Esas cadenas de nueva edificación iban desarrollándose en todas direcciones recordando a los diagramas de los clústers por los que abogaban Alison y Peter Smithson en su crítica a la ciudad funcionalista y su apuesta por otro urbanismo: unos sistemas que eran capaces de adaptarse al mayor número de contextos y que estaban definidos por líneas continuas a modo de racimos adaptados al territorio y a las prexistencias del entorno. La semejanza de los croquis últimos de Saint Martin d’Hères con aquellos diagramas de los Smithson es evidente y coincide con la liberación de grandes espacios entre ellos. (ver dibujo en la siguiente página).
En resumen, el uso de la diagonal en estas tres últimas propuestas provocaba unas relaciones imprevistas entre el interior y el exterior, las cuales eran intencionalmente ajenas a las visiones frontales generadas por envolventes en ángulo recto. Su apelación a estructuras evolutivas genera la interpretación de que todas ellas pueden ser consideradas como una anticipación del concepto fractal definido por Benoit Mandelbrot y referido a objetos de la naturaleza que “podían geometrizarse según una ley formal fractal que se va repitiendo hasta el infinito.”
La realidad construida de tres de las propuestas aquí analizadas así lo avala. En ellas, su propiedad más significativa es el hecho de que la estructura permanece invariable en todas las escalas, además de que la parte tiene la misma topología que el todo, constituyendo un buen ejemplo de homotecia interna o autosemejanza. 4205N16
Vitrolles, Les Gorges de Cabries, 1974-1975. Fuente: Pascale Buffard, Jean Renaudie, 119 y 120
Los croquis de estas seis propuestas analizadas nos permiten comprobar la hipótesis inicial de considerarlos a ellos mismos parte del discurso teórico de Jean Renaudie. Su factura aparentemente rápida y directa encierra en su expresividad un pensamiento elaborado y dirigido a dos objetivos: el pri – mero critica el reciente pasado de urbanismo funcionalista dominado por la sectorización de funciones y su mera yuxtaposición; el segundo propone un futuro urbano complejo basado en la combinación, donde las relaciones entre las partes son la base de la estructura tanto material como social.
Comunicar formalmente esa estructura de ciudad, entendida como un organismo complejo, requería, en el aspecto gráfico, explorar la idea de una abstracción que no buscara semejanzas con un diseño definido y cerrado. Los signos reconocibles en el urbanismo que materializaron los grands ensembles –como eran los contornos de la arquitectura, las alineaciones, las vialidades, etcétera– desaparecen en estos dibujos gracias a la explosión de líneas, colores y formas que evitan fijar imágenes referidas a programas concretos.
La búsqueda de Renaudie consistía en representar una estructura que, aunque ordenada y regida por unas leyes subyacentes, fuera capaz de faci – litar el cambio, la evolución, la multiplicación y la renovación en el tiempo. En conclusión, todos estos dibujos son el testimonio gráfico de un pensa – miento arquitectónico representado por una abstracción geométrica que expresa ideas como densidad, complejidad, combinación y acentralidad, conceptos por los que apostaba Jean Renaudie para la ciudad.
Aicher, Otl. El mundo como proyecto. Barcelona: Gustavo Gili, 1994.
Berger, John. Sobre el dibujo. Barcelona: Gustavo Gili, 2011.
Bossard, Paul, Claude Parent y Jean Renaudie. “Trois Architectes répondent.” L’Architecture d’Aujourd’hui 138 (junio-julio, 1968): 30-33.
Buffard, Pascale. Jean Renaudie. Par ís, Roma: Institut français d’architecture, Carte Se – grete, 1993.
Foucault, Michel. “Topologías (dos conferencias radiofónicas).” Hipermedula.org, plataforma digital de arte y cultura iberoamericana, 26 de noviembre de 2019, http://hipermedula.org/wp-content/uploads/2013/09/michel_foucault_ heterotopias_y_cuerpo_utopico.pdf
Montaner, Josep Maria. Sistemas arquitectónicos contemporáneos. Barcelona: Gustavo Gili, 2008.
Muñoz, María Teresa. La otra arquitectura orgánica. Madrid: Molly, 1995.
Renaudie, Jean. “Pour une connaissance de la ville.” L’Architecture d’Aujourd’hui 146 (octubre-noviembre, 1969): 10-12.
_____.“La ville est une combinatoire.” L’Architecture d’Aujourd’hui 146 (octubrenoviembre, 1969): 13-16.
_____.“Complexité, éléments de théorie.” L’Architecture d’Aujourd’hui 285 (febre – ro de 1993).
_____. “Autre habitat, autre mode de vie?” Avenir 2000 40 (1977): 38-41.
_____.“La ville est un ensemble de concepts.” En La ville est une combinatoire. Ivry-sur-Seine: Moviticity, 2014: 42-45.
_____. La ville est une combinatoire. Ivry-sur-Seine: Moviticity, 2014. Sennett, Richard. El artesano. Barcelona: Anagrama, 2009.
Licenciada en Sociología Profesora
Departamento de Arquitectura y Tecnología de la Edificación
Escuela Técnica Superior de Arquitectura y Tecnología de la Edificación
Universidad Politécnica de Cartagena (España)
mpuramoreno@gmail.com
acerca de | inicio | archivo | convocatoria
Bitácora Arquitectura Número 43, julio - noviembre 2019 es una publicación cuatrimestral, editada por la Universidad Nacional Autónoma de México, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, Ciudad de México,
a través de la Coordinación editorial de la Facultad de Arquitectura, Circuito Escolar s/n, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, Ciudad de México, C.P. 04510, teléfono: 56 22 03 18.
El contenido de los artículos es totalmente responsabilidad de sus autores y no refleja necesariamente el punto de vista del Comité editorial o de la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Se autoriza la reproducción de los artículos
(no así de las imágenes) con la condición de que se cite la fuente y se respeten los derechos de autor. Para suscripción y distribución de ejemplares impresos: bitacoraunam@gmail.com / bitacora.arquitectura@unam.mx
Hemos puesto todo nuestro empeño en contactar a aquellas personas que poseen los derechos de autor de las imágenes publicadas en la revista. En algunos casos no nos ha sido posible, y por esta razón sugerimos a los propietarios
de tales derechos que se pongan en contacto con la redacción de esta revista.
Fecha de la última modificación: 21 de Septiembre de 2020.
Bitácora Arquitectura No. 43, July - November 2019 publishes three times a year. Edited by the Universidad Nacional Autónoma de México. Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, Mexico City. Publications Department of the School of Architecture (Facultad de Arquitectura), Circuito Interior s/n, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, Mexico City, +52(55) 56220318.
The content of the articles is entirely the responsibility of its authors and does not necessarily reflect the views of the Editorial Board or the School of Architecture of the Universidad Nacional Autónoma de México. Reproduction of the articles is authorized provided that the source is cited and copyright is respected. This does not apply to images. Subscriptions (printed issues):to bitacoraunam@gmail.com and bitacora.arquitectura@unam.mx
We have done our best effort to find the copyright's owners of the images published in this issue. In some cases this was not possible, therefore we kindly ask them to contact the journal.
Last modification: September 21, 2020